Un líquido contenido en un vaso mantiene la forma del vaso gracias a las fuerzas laterales de las paredes de este, pero si lo volteas sobre una superficie lisa, estas fuerzas dejan de actuar y el íquido fluirá debido a la acción de la gravedad. Por su parte, las moléculas de una sustancia en estado gaseoso contenidas en un recipiente sellado se desplazan en el interior del recipiente de tal modo que adquieren el volúmen y la forma del mismo y lo amtienen porque las pardes del recipiente no las dejan escapar. Pero si se abre un orificio en cualquier parte del recipiente, el gas fluirá hacia el exterior.